Estímulo condicionado en el condicionamiento clásico

Aprenda cómo funciona el estímulo condicionado en el condicionamiento clásico y explore algunos ejemplos del mundo real.

En el condicionamiento clásico, el estímulo condicionado es un estímulo previamente neutro que, después de asociarse con el estímulo incondicionado, finalmente llega a desencadenar una respuesta condicionada.

¿Cómo funciona el estímulo condicionado?

Ivan Pavlov descubrió por primera vez el proceso de condicionamiento clásico en sus experimentos sobre la respuesta digestiva de los perros. Notó que los perros salivaban naturalmente en respuesta a la comida, pero que los animales también comenzaban a babear cada vez que veían la bata blanca del asistente de laboratorio que les entregaba la comida.

El estímulo previamente neutral (el asistente de laboratorio) se había asociado con un estímulo no condicionado (la comida) que desencadenaba una respuesta de forma natural y automática (salivando). Una vez que el estímulo neutral se asoció con el estímulo incondicionado, se convirtió en un estímulo condicionado capaz de desencadenar la respuesta condicionada por sí solo.

Ejemplos de respuesta condicionada

Supongamos que el olor de la comida es un estímulo incondicionado y una sensación de hambre es la respuesta incondicionada. Ahora, imagine que cuando olió su comida favorita, también escuchó el sonido de un silbato.

Si bien el silbido no está relacionado con el olor de la comida, si el sonido del silbato se empareja varias veces con el olor, el sonido por sí solo eventualmente desencadenaría la respuesta condicionada. En este caso, el sonido del silbato es el estímulo condicionado.

El ejemplo anterior es muy similar al experimento original que realizó Pavlov. Los perros en su experimento salivarían en respuesta a la comida, pero después de emparejar repetidamente la presentación de la comida con el sonido de una campana, los perros comenzarían a salivar solo con el sonido. En este ejemplo, el sonido de la campana fue el estímulo condicionado.

Hay muchos ejemplos de cómo los estímulos neutrales pueden convertirse en estímulos condicionados a través de la asociación con un estímulo incondicionado. Exploremos algunos ejemplos más.

  • Burrito malo: comes un burrito para el almuerzo pero te enfermas poco después. Si bien la comida que comió anteriormente era un estímulo neutral, se convierte en un estímulo condicionado a través de su asociación con el estímulo incondicionado (enfermedad). Como resultado, puede desarrollar una aversión al gusto en la que la simple idea de comer esa misma comida nuevamente le hace sentirse mal.
  • Ataque de perro: un día estás montando en bicicleta y te ataca un perro. Ahora, el lugar donde fue atacado se ha convertido en un estímulo condicionado y experimenta miedo cada vez que pasa por ese lugar.
  • Campana del hotel: el conserje de un hotel comienza a responder cada vez que escucha el timbre. Debido a que la campana se ha asociado con la visión de los clientes que necesitan ayuda, la campana se ha convertido en un estímulo condicionado.
  • Campana de almuerzo: Los estudiantes escuchan el sonido de una campana justo antes de salir para el almuerzo. Eventualmente, solo el sonido de la campana hace que los estudiantes tengan hambre.