Desafortunadamente, en un día cualquiera en lugares de todo el mundo, es probable que encuentre al menos una historia en las noticias sobre un adolescente que se comporta de manera violenta. Ya sea una pelea de pandillas o un acto violento contra un extraño, las razones detrás de la violencia varían.
Muy a menudo, hay una variedad de factores que se combinan para aumentar la probabilidad de que un adolescente se vuelva violento.
Factores de riesgo individuales
- Un historial de abuso, negligencia y trauma juega un papel importante en el aumento del comportamiento agresivo o violento.
- Estar expuesto o presenciar la violencia aumenta el riesgo. Las investigaciones sugieren que la exposición continua a la violencia en el hogar y la comunidad normaliza la experiencia de la violencia.
- Un historial de comportamiento agresivo aumenta el riesgo de que un adolescente se comporte violentamente.
- Los adolescentes con un coeficiente intelectual bajo, déficits cognitivos o trastornos del aprendizaje tienen más probabilidades de comportarse de forma violenta. El déficit de atención y la hiperactividad también son factores de riesgo.
- Los problemas de salud mental y la angustia emocional influyen en el comportamiento violento. Pero es importante tener en cuenta que la mayoría de los adolescentes con enfermedades mentales no se vuelven violentos.
- Las creencias antisociales y la participación en actividades ilegales, como el uso de drogas y alcohol, también aumentan las posibilidades de que un adolescente se vuelva físicamente agresivo.
- Históricamente, es más probable que los hombres se involucren en altercados físicos. Sin embargo, en los últimos años, la violencia perpetrada por mujeres va en aumento.
Factores de riesgo educativo
- Las estadísticas muestran que las escuelas urbanas reportan tasas más altas de victimización estudiantil en comparación con las escuelas rurales. Sin embargo, es importante señalar que estas disparidades están influenciadas por una mayor densidad de población, mayores desigualdades socioeconómicas y una mayor vigilancia policial presente en las áreas urbanas.
- Durante el año escolar 2015-2016, el 79% de las escuelas reportaron al menos un incidente de violencia, robo u otros delitos.
- Los departamentos escolares que informan sobre actividades de pandillas y drogas tienen tasas más altas de violencia.
- Los estudiantes que se desempeñan mal durante la escuela primaria tienen un mayor riesgo de comportamiento violento durante la escuela secundaria.
- Los adolescentes que abandonan la escuela tienen más probabilidades de cometer actos de violencia y de convertirse en víctimas de violencia.
Factores de riesgo de la comunidad
- Las comunidades con viviendas deficientes y en declive económico pueden contribuir a que los adolescentes sientan que la sociedad no se preocupa por ellos y, a veces, expresan su enojo a través de la violencia.
- Las altas tasas de transitoriedad y la baja participación comunitaria también contribuyen a la falta de sentido de pertenencia entre los adolescentes y pueden conducir a un aumento de la delincuencia y la violencia. Cuando los adolescentes son testigos de la violencia en sus vecindarios o se convierten en víctimas de delitos violentos, es mucho más probable que se conviertan en delincuentes.
Factores de riesgo familiar
- La disciplina inconsistente, incluida la disciplina excesivamente severa y permisiva, puede hacer que los adolescentes se porten mal. La falta de supervisión también les brinda a los adolescentes la oportunidad de unirse a pandillas, consumir drogas y participar en comportamientos antisociales.
- La falta de apego emocional a los padres o cuidadores aumenta la probabilidad de que los adolescentes ignoren la autoridad.
- La enfermedad mental de los padres no tratada contribuye a una vida familiar inestable y a la relación entre padres e hijos adolescentes, lo que puede aumentar el riesgo de agresión de los adolescentes.
- Los padres con ingresos más bajos y menos educación tienen más probabilidades de tener adolescentes con comportamientos violentos. Los padres que abusan de las drogas o el alcohol también aumentan el riesgo de que los adolescentes se comporten de forma violenta.
- El abuso y la negligencia infantil aumentan las posibilidades de que un adolescente cometa un delito violento.
- Los entornos familiares estresantes, como la falta de un padre en el hogar, los conflictos en el hogar o el modelo de conducta inapropiada por parte de los padres, contribuyen a que los adolescentes se sientan inútiles, lo que puede llevar a comportamientos violentos.
Factores de riesgo social
- Cuando los adolescentes tienen fácil acceso a las armas, es más probable que se involucren en actos de violencia. Las armas también aumentan las posibilidades de que los actos violentos sean fatales.
- Asociarse con compañeros delincuentes puede aumentar el riesgo de que los adolescentes se involucren en actividades ilegales y violentas.
- La escasa participación en actividades estructuradas, como clubes o deportes, puede influir en el comportamiento violento.
- Las representaciones de comportamientos ilegales en los medios pueden insensibilizar a los adolescentes ante la violencia. La cobertura de noticias puede hacer que los adolescentes sientan temor por su seguridad, lo que puede alentarlos a portar armas.
Obtener ayuda para un adolescente violento
Si ve signos de violencia, es importante buscar ayuda inmediata para su adolescente. Incluso los actos de agresión más leves, como golpear a un hermano menor o destruir una propiedad a propósito, no deben ignorarse. La violencia puede empeorar con el tiempo si no se aborda.
Hable con el médico de su hijo adolescente si tiene alguna inquietud. El médico de su hijo adolescente puede recomendar un tratamiento con un profesional de la salud mental. Tratar el comportamiento ahora puede reducir las posibilidades de que un adolescente con problemas se convierta en un adulto violento.