¿Qué es una etiqueta cutánea

Los acrocordones son crecimientos no cancerosos que cuelgan de la piel y ocurren más comúnmente con la edad. Son inofensivos y no requieren tratamiento.

Una etiqueta cutánea (acrocordón) es un crecimiento pequeño e inofensivo que cuelga de la superficie de la piel mediante un tallo o base. Los acrocordones suelen ser del color de su piel o ligeramente más oscuros. Son indoloros, pero pueden irritarse al frotarse contra la ropa o las joyas.

Las etiquetas cutáneas pueden ocurrir con más frecuencia a medida que las personas envejecen. Se estima que aproximadamente la mitad de los adultos desarrollarán una o más etiquetas cutáneas en su vida.

Por lo general, no necesitan tratamiento, pero pueden eliminarse si lo desean o si son molestos.

Este artículo revisa los factores de riesgo conocidos de las etiquetas cutáneas, dónde se encuentran comúnmente estos crecimientos, cómo se diagnostican y qué opciones de tratamiento están disponibles.

Lo que parecen

Una etiqueta cutánea puede tener la forma de un pequeño colgajo de piel o de un hongo diminuto con un extremo más ancho. Las etiquetas de piel cuelgan de un tallo llamado pedúnculo.

Los acrocordones suelen medir entre 1 y 5 milímetros (mm), pero a veces pueden llegar a medir unos pocos centímetros (cm).

Donde se encuentran

Los acrocordones se pueden formar en cualquier parte del cuerpo, pero son comunes en los pliegues de la piel (donde la piel se frota contra sí misma).

Los lugares comunes para las etiquetas cutáneas incluyen:

  • Axilas
  • Pecho / debajo de los senos
  • Ingle o muslos
  • Genitales
  • Cuello
  • Párpados

Causas

Los acrocordones se forman cuando se producen células adicionales en la capa externa de la piel. No son cancerosos.

Las causas exactas de las etiquetas cutáneas no están claras, pero existen factores de riesgo conocidos y afecciones asociadas que pueden aumentar su probabilidad. Éstas incluyen:

  • Edad avanzada
  • Antecedentes familiares de papilomas cutáneos
  • Diabetes
  • Resistencia a la insulina
  • Obesidad
  • Trastornos de la piel, como el síndrome de Birt-Hogg-Dub
  • Desequilibrios hormonales
  • El embarazo

Las etiquetas cutáneas no solo son inofensivas, sino que lo seguirán siendo con el tiempo.

En la década de 1980, se especuló que las etiquetas cutáneas eran más comunes en personas que desarrollaron pólipos de colon o cáncer de colon. Sin embargo, una investigación posterior publicada en el Journal of Clinical Gastroenterology no encontró asociación.

Resumen

Las etiquetas cutáneas son colgajos pequeños e inofensivos de piel o crecimientos similares a hongos que comúnmente se desarrollan en áreas donde la piel se frota contra sí misma, como las axilas, el cuello o la ingle.

Es más probable que desarrolle etiquetas en la piel si tiene antecedentes familiares de ellas o afecciones de salud como diabetes o trastornos de la piel.

Diagnóstico

Es importante que un dermatólogo u otro proveedor de atención médica examinen su crecimiento para asegurarse de que se trate de una etiqueta cutánea y no el resultado de otra afección que pueda requerir un control o tratamiento adicional.

Su proveedor puede diagnosticar una etiqueta cutánea con solo mirarla. También pueden preguntarle sobre su historial médico para ver si tiene factores de riesgo de desarrollar etiquetas en la piel.

Si su médico no está seguro sobre el crecimiento y sospecha de otra afección, puede tomar una pequeña muestra llamada biopsia y enviarla a un laboratorio para su análisis. Alternativamente, pueden pedirle que "observe y espere" y regrese para informar cualquier cambio.

Diagnósticos diferenciales

Si cree que tiene una etiqueta cutánea, asegúrese de que un proveedor de atención médica la examine para asegurarse de que no sea otra afección potencialmente más grave.

Otras afecciones que pueden parecer similares a las etiquetas cutáneas incluyen:

  • Verrugas, incluidas las verrugas genitales.
  • Lunares
  • Enfermedades de la piel, como la queratosis seborreica que conduce a una verruga
  • Cáncer de piel

Eliminación

Muchas personas que desarrollan acrocordones simplemente optan por dejarlas en paz. Sin embargo, si encuentra un acrocordón estéticamente indeseable o descubre que se irrita o sangra debido al afeitado o al frotar la ropa o las joyas, puede pedirle a un médico que se lo quite.

Los métodos de eliminación comunes incluyen:

  • Crioterapia: la etiqueta se retira con una solución de congelación.
  • Cauterización: la etiqueta se quema.
  • Recorte o escisión: la etiqueta se corta con un bisturí u otra herramienta.

Se pueden usar medicamentos tópicos para adormecer el área antes de extirpar el crecimiento.

Puede encontrar kits caseros para eliminar las marcas de piel. Estos no se consideran seguros ni muy eficaces.

Si trata de quitarse una etiqueta de piel usted mismo puede provocar complicaciones como sangrado excesivo, infección, irritación, cicatrices o daños en la piel cercana. También es más probable que la eliminación sea incompleta, lo que significa que es más probable que la etiqueta vuelva a crecer.

Siempre consulte a su proveedor de atención médica si desea que le quiten una etiqueta de piel, especialmente si la etiqueta es grande o está en un lugar sensible, como cerca de su ojo o en su párpado. Los dermatólogos son expertos en eliminar las marcas de piel de la piel delicada.

Resumen

La eliminación de las marcas de piel siempre debe ser realizada por un médico para asegurarse de que el crecimiento haya desaparecido por completo y para ayudar a prevenir daños en la piel y otras complicaciones. Los métodos incluyen congelar, calentar y cortar.

Resumen

Los acrocordones son comunes, especialmente a medida que envejece. Aproximadamente la mitad de los adultos desarrollarán una o más etiquetas en la piel.

Son inofensivos y no requieren tratamiento. Sin embargo, si tiene alguna irritación o no le gusta cómo se ven, puede hacer que un dermatólogo u otro proveedor de atención médica se los quite. La autoextracción es arriesgada y no se recomienda.