El asma se clasifica por la gravedad de los síntomas con el fin de orientar el tratamiento adecuado. Según la frecuencia y gravedad de los ataques, junto con una revisión del uso de inhaladores y las pruebas de función pulmonar, un médico puede clasificar la enfermedad utilizando los criterios del "Informe del panel de expertos 3 (EPR-3) Pautas para el diagnóstico y manejo del asma". 1 A continuación, el tratamiento puede organizarse por etapas utilizando uno o varios fármacos para que la enfermedad no se trate ni en exceso ni en exceso.
Las pautas EPR-3 fueron publicadas en 2007 por el Comité Coordinador del Programa Nacional de Educación y Prevención del Asma (NAEPPCC). En diciembre de 2020, la NAEPPCC emitió las pautas EPR-4 en las que los criterios de clasificación seguían siendo los mismos, pero se actualizaron otros seis aspectos del manejo del asma para niños de 12 años en adelante y adultos, entre ellos el uso más efectivo de corticosteroides inhalados, mejores maneras para mitigar los desencadenantes del asma en interiores y las mejores prácticas para la inmunoterapia.2
Las pautas EPR-3 son las que se utilizan con más frecuencia en los Estados Unidos para la estadificación del tratamiento del asma. Existen otras pautas que se utilizan internacionalmente, incluidas las emitidas por la Iniciativa Global sobre el Asma (GINA). Las pautas de GINA, que se actualizan anualmente, se crean en colaboración con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Instituto Nacional del Corazón, los Pulmones y la Sangre en Bethesda, Maryland.3
Cómo se hacen las clasificaciones del asma
Según las directrices EPR-3, la evaluación de la gravedad del asma se basa en cinco valores específicos, algunos de los cuales son objetivos (con medidas de diagnóstico claras) y otros subjetivos (basados en la experiencia y las percepciones del individuo).
Al clasificar la gravedad del asma, se evalúan las siguientes cinco características: 4
- Síntomas, específicamente la cantidad de veces por día o semana que ocurre un ataque de asma
- Despertares nocturnos, la cantidad de veces que los síntomas lo despiertan diariamente, semanalmente o mensualmente.
- Uso de inhalador de rescate, la cantidad de veces por día o semana que necesita usar un inhalador de acción corta para tratar los síntomas agudos del asma.
- Interferencia con la actividad normal, una evaluación subjetiva de cómo sus síntomas están interfiriendo con su capacidad para realizar las tareas diarias.
- Función pulmonar, una medida evaluativa de la capacidad pulmonar y la fuerza pulmonar mediante pruebas de función pulmonar (PFT)
Juntos, estos valores pueden diferenciar la gravedad del asma en una de cuatro clasificaciones: leve intermitente, leve persistente, moderada persistente o grave persistente. Estas clasificaciones proporcionan la base a partir de la cual se toman las decisiones de tratamiento.
Idealmente, el asma se clasifica cuando se diagnostica por primera vez y antes de que comience el tratamiento. Luego, se puede evaluar y reclasificar en cualquier etapa de la enfermedad si el tratamiento no controla los síntomas de manera efectiva.
Proceso de diagnóstico
El asma se clasifica según la función pulmonar, que se mide con una prueba no invasiva conocida como espirometría que evalúa tanto la capacidad pulmonar como la pulmonar.
Desde el punto de vista de la clasificación, hay dos medidas en la evaluación:
- Volumen espiratorio forzado en un segundo (FEV1), la cantidad de aire que puede expulsar con fuerza de los pulmones en un segundo
- Relación FEV1 / FVC, la cantidad de aire que puede exhalar con fuerza en un segundo en comparación con la cantidad de aire que puede exhalar cuando los pulmones están completamente llenos.
Cualquier valor por debajo del rango previsto (según su edad, sexo y altura) puede indicar una enfermedad pulmonar obstructiva como el asma.
Los otros valores (síntomas, despertar nocturno, uso de inhalador de rescate, deterioro físico) se pueden obtener durante una entrevista con el paciente.
También se tiene en cuenta en la evaluación si se han necesitado corticosteroides orales (esteroides) para tratar los ataques graves. El número de veces que se necesitan esteroides orales por año, típicamente en un entorno de emergencia, puede determinar por sí solo si la enfermedad es intermitente o persistente.
Seguimiento de la respuesta al tratamiento
La evaluación también se puede utilizar para monitorear la respuesta de una persona al tratamiento. Una vez que se realiza una clasificación del asma, la evaluación se repite de dos a seis semanas más tarde para ver si el tratamiento está funcionando.1 Si no se logra el control del asma, sería necesario un ajuste al plan de tratamiento.
Dado que algunos de los valores de EPR-3 son subjetivos, hay espacio para la interpretación de los resultados. Si tiene dudas sobre los hallazgos, busque una segunda opinión de un neumólogo calificado.
Clasificaciones del asma
El propósito del sistema de clasificación del asma es dirigir el tratamiento apropiado, sin subtratar la enfermedad (que conduce al fracaso del tratamiento y la progresión prematura de la enfermedad) ni sobretratarla (lo que conduce a una tolerancia temprana a los medicamentos y un mayor riesgo de efectos secundarios).
Según la evaluación, el asma se puede clasificar como: 4
Asma leve intermitente
El asma se considera leve intermitente si alguna o todas las siguientes situaciones son verdaderas:
- Los síntomas ocurren dos o menos días a la semana.
- Los síntomas nocturnos ocurren dos días o menos al mes.
- Los inhaladores de rescate se usan dos o menos veces por semana (o no se usan en absoluto).
- Los síntomas no limitan lo normal
- La función pulmonar es superior al 80% del valor previsto según su edad, sexo y altura.
Asma leve persistente
El asma se considera leve persistente si se cumple alguna de las siguientes condiciones:
- Los síntomas ocurren más de dos días a la semana, pero no todos los días.
- Los síntomas nocturnos ocurren de tres a cuatro veces al mes.
- Los inhaladores de rescate se usan más de dos veces por semana, pero no todos los días, y no más de una vez al día.
- Los ataques de asma alteran levemente las actividades diarias normales (lo suficiente como para que las personas se den cuenta o no).
- La función pulmonar es superior al 80% del valor previsto según su edad, sexo y altura.
Asma persistente moderada
El asma se considera persistente moderada si alguna o todas las siguientes situaciones son verdaderas:
- Los síntomas ocurren a diario.
- Síntomas nocturnos más de una vez a la semana, pero no todas las noches.
- Los inhaladores de rescate se utilizan a diario.
- Los síntomas del asma alteran moderadamente las actividades normales (lo suficiente como para que las personas que lo rodean se den cuenta).
- La función pulmonar es menos del 80% de los valores predichos pero más del 60%.
Asma severa persistente
El asma se considera grave persistente si se cumple alguna de las siguientes condiciones:
- Los síntomas ocurren varias veces al día.
- Los síntomas nocturnos son frecuentes, a menudo nocturnos.
- Los inhaladores de rescate se utilizan varias veces al día.
- Los síntomas del asma afectan gravemente su capacidad para funcionar normalmente.
- La función pulmonar es inferior al 60% del valor previsto.
Clasificación en niños más pequeños
En los niños menores de 12 años, la única variación en la clasificación del asma es la relación FEV1 / FVC. Si bien la relación FEV1 / FVC a menudo puede ser normal en adultos con asma, esto es menos cierto en los
La clasificación del asma en niños se define en parte por las siguientes relaciones FEV1 / FVC: 6
- Intermitente leve: el FEV1 / FVC supera el 85% del valor previsto.
- Persistente leve: FEV1 / FVC es más del 80% del valor predicho.
- Persistente moderada: FEV1 / FVC está entre el 75% y el 80% del valor predicho.
- Grave persistente: FEV1 / FVC está por debajo del 75% del valor previsto.
Enfoques de tratamiento
El objetivo final de la clasificación del asma es dirigir el tratamiento adecuado. Según la clasificación, el tratamiento se puede organizar de acuerdo con seis pasos estructurados. Con cada paso, los tratamientos se vuelven más complicados y conllevan un mayor riesgo de efectos secundarios.
No siempre hay una línea clara entre cuándo debe iniciarse un paso o no. Si bien el asma leve intermitente casi siempre se trata solo con inhaladores de rescate, el asma persistente a menudo requiere un juicio para elegir la combinación correcta de medicamentos para controlar los síntomas del asma.
Una vez que una persona ha sido diagnosticada con asma persistente moderada, las decisiones de tratamiento deben ser supervisadas por un especialista en asma en lugar de un médico general.
Cuando se logra el control del asma, un especialista está más capacitado para decidir si los tratamientos pueden simplificarse o reducirse las dosis, o cuándo.
Los medicamentos recomendados para su uso en el tratamiento del asma intermitente o persistente incluyen: 7
- Beta-agonistas de acción corta (SABA) como el albuterol, también conocidos como inhaladores de rescate
- Corticosteroides inhalados (CSI), que normalmente se utilizan a diario o según sea necesario para reducir la inflamación de las vías respiratorias.
- Beta-agonistas de acción prolongada (LABA) como Singulair (montelukast), utilizados a diario para reducir la hiperreactividad de las vías respiratorias
- Antagonistas muscarínicos de acción prolongada (LAMA), una alternativa potencial a la adición de un LABA a la terapia con CSI para las personas que no pueden tolerar o no son ayudados por los LABA
- Agonistas del receptor de leucotrienos (LTRA) como Zyflo CR (zileuton), administrados por vía oral para reducir la inflamación de las vías respiratorias
- Cromolín sódico o nedocromil, conocidos como estabilizadores de mastocitos, útiles para tratar los síntomas del asma inducidos por alergias
- Teofilina, un fármaco más antiguo que a veces se usa en terapia combinada
- Xolair (omalizumab), un anticuerpo monoclonal utilizado para controlar el asma alérgica grave
- Corticosteroides orales (OCS), generalmente reservados para emergencias o para personas con asma grave persistente
Los pasos y los tratamientos recomendados varían según la edad.