Prácticamente todas las personas con autismo tienen problemas con el lenguaje hablado.1 Esto es cierto incluso para aquellas personas que no tienen retrasos en el habla o dificultades con la pronunciación. Eso es porque el lenguaje hablado implica más que el uso de palabras; variamos nuestro tono, volumen, tempo y ritmo en nuestro habla para transmitir diferentes significados. Estos cambios se denominan "prosodia" y las personas con autismo a menudo encuentran que la prosodia es difícil de escuchar, comprender o reproducir. Lo que esto significa es que incluso las personas con autismo de muy alto funcionamiento pueden no entender realmente lo que se dice, o pueden decir las cosas de tal manera que se las malinterpreta.
Cómo actúa Prosody
La prosodia es una herramienta importante para comunicar significado. De hecho, sin una comprensión de la prosodia, es fácil malinterpretar completamente las palabras de otra persona. Para comprender mejor cómo funciona la prosodia (y por qué es tan importante), intente decir la palabra "realmente" cinco veces seguidas, cambiando el significado cada vez de la siguiente manera:
- ¡¿Cuan genial es eso?!
- No te creo.
- Yo estoy diciendo la verdad.
Si hizo este ejercicio, cambió su prosodia en cada repetición de la palabra, aunque su pronunciación de la palabra (REE-lee) permaneció igual. En algunos casos, su voz subía o bajaba en diferentes sílabas o en diversos grados; en otros casos, su voz era más fuerte, más baja, más rápida, más lenta.
Por qué la prosodia puede ser confusa para las personas con autismo
Cuando las personas con autismo usan el lenguaje hablado, generalmente lo usan de manera bastante literal. Como resultado, el sarcasmo, la ironía, los modismos, las metáforas y los símiles pueden pasar por encima de sus cabezas, al igual que las sutiles diferencias de significado.
Es fácil entender por qué sería así. La prosodia se aprende a través de la observación y la imitación más que a través de la instrucción. Si bien existen reglas de la prosodia, rara vez se expresan en voz alta y pueden variar según la situación o el entorno cultural. Las personas con autismo rara vez aprenden habilidades de comunicación social solo a través de la imitación, por lo que si no se les enseñan activamente las reglas de la prosodia, es posible que nunca las aprendan.
Por qué es importante la prosodia
Debido a que muchas personas verbales con autismo tienen un coeficiente intelectual alto y un vocabulario enorme, las dificultades con la prosodia y el uso del lenguaje no siempre son obvias porque el hablante no es obviamente discapacitado. El resultado es que los interlocutores pueden sentirse involuntariamente ofendidos o confundidos, lo que da como resultado sentimientos heridos e interacciones negativas.2 Por ejemplo, declaraciones como las siguientes pueden significar muchas cosas diferentes según el tono, el contexto y el lenguaje corporal; los malentendidos pueden tener graves consecuencias.
- Un amigo dice "¡Te amo!" (pero significa "Me encanta el hecho de que hayas aceptado hacer algo por mí")
- Un compañero de trabajo dice "¿Realmente terminaste con este proyecto?" (pero significa "no terminaste este proyecto y deberías volver a revisar si hay errores")
- El empleado de una tienda dice "Tienes que comprar esto" (pero significa "Quiero que compres esto y estoy tratando de persuadirte de que lo hagas").
Además:
- A las personas con autismo les puede resultar muy difícil usar la prosodia para expresar significados múltiples o sutiles, lo que limita su propia capacidad para comunicarse. Esto puede conducir a una gran cantidad de problemas de comunicación social que van desde errores vergonzosos hasta acusaciones de agresión verbal o acecho.
- Muchas personas con autismo carecen de la capacidad de usar prosodia y, por lo tanto, tienen lo que a menudo se describe como una voz "plana". Esto a veces se malinterpreta como falta de interés, falta de inteligencia, falta de humor o falta de respuesta emocional. De hecho, muchas personas con autismo son extremadamente sensibles emocionalmente; muchos son artistas, poetas y compositores cuya sensibilidad emocional se manifiesta en su arte. Y muchas personas con autismo tienen un gran sentido del humor. Pero una voz plana, combinada con una falta de expresividad verbal, puede malinterpretarse fácilmente.
- Es extremadamente fácil para las personas con autismo malinterpretar cómo se usa el lenguaje; esto puede conducir a serios problemas en las relaciones y puede hacer que las personas autistas sean vulnerables a aquellos que desean engañarlos.
Recursos para mejorar el uso y la comprensión de la prosodia
No se han desarrollado terapias completas para ayudar a las personas con autismo a superar los déficits de prosodia, aunque se están investigando enfoques experimentales. Si está interesado en explorar posibles direcciones para mejorar la prosodia, es posible que desee explorar:
- Musicoterapia para trabajar el ritmo y
- Terapia del habla pragmática para ampliar las habilidades de conversación
- Terapia de habilidades sociales para mejorar la comprensión del lenguaje corporal y el contexto.
- Terapia de teatro para practicar la interacción de una manera segura y con guión