Si tiene un cáncer de la sangre, como leucemia o linfoma, es natural que sienta cierto grado de estrés o ansiedad. Estos sentimientos pueden deberse a preocupaciones sobre el futuro, problemas económicos o familiares, o problemas del día a día como llegar al centro oncológico o recordar tomar medicamentos. No importa cuál sea la causa, el estrés puede tener un impacto en su salud y posiblemente incluso en el resultado de su
¿Puede el estrés causar cáncer?
A lo largo de los años, muchos estudios científicos han intentado determinar si el estrés puede causar cáncer o hacer que crezca más rápido. Cuando el cuerpo está bajo estrés, libera hormonas del estrés como el cortisol y las hormonas de adrenalina que podrían, a largo plazo, hacer que su sistema inmunológico se debilite (no funcione tan bien). cuando estaba bajo mucha presión, como en la época de exámenes en la escuela o justo antes de una entrevista de trabajo, contraía una enfermedad. Los científicos creen que esta supresión del sistema inmunológico puede hacer que el cuerpo sea más susceptible a cánceres como el linfoma.
Más recientemente, los investigadores han comenzado a investigar la relación entre el estrés y la genética. Han descubierto que las situaciones estresantes pueden hacer que ciertos genes se activen y otros se desactiven, lo que lleva a cambios que podrían afectar el crecimiento del cáncer. Por ejemplo, la ciencia ha determinado que la hormona del estrés cortisol puede cambiar la genética del cuerpo e interferir con la capacidad de los genes supresores de tumores para hacer su trabajo.
Estrés y resultados
Otro estudio publicado en la Universidad Estatal de Ohio en septiembre de 2010 investigó el impacto del estrés, tanto psicológico como físico, en los resultados del tratamiento del cáncer. Estos investigadores han descubierto que el estrés en el cuerpo, incluidos los ejercicios de alta intensidad, activa una proteína llamada factor de choque térmico 1, que a su vez activa otra proteína llamada Hsp27. Se ha demostrado que la presencia de Hsp27 protege potencialmente a las células cancerosas de la muerte, incluso después de que su ADN haya sido dañado por radiación o quimioterapia.
Si bien esta línea de investigación es interesante, también puede resultar confusa y difícil de interpretar. Los sujetos en cualquiera de estos estudios están destinados a tener diversos grados de estrés, entonces, ¿cómo es posible tener un grupo de control, es decir, uno sin estrés para comparar al resto de los sujetos? ¿Cómo es posible determinar que los efectos celulares que se ven no son provocados por otros factores de riesgo que pueda tener el sujeto? Por esta razón, no se puede probar una relación directa entre el efecto del estrés y el cáncer.
Otros estudios han sugerido que el estrés puede ser perjudicial al afectar las vías de señalización implicadas tanto en la progresión como en la propagación (metástasis) del cáncer.
Manejo del estrés
Sabiendo que, además de afectar la calidad de vida, el estrés puede tener un impacto en el resultado del cáncer, el manejo del estrés es más importante que nunca para las personas que viven con la enfermedad.
Sin embargo, siempre es bueno cuando proverbialmente puedes matar 2 pájaros de un tiro. Se ha descubierto que varias técnicas de mente y cuerpo ayudan no solo a controlar el estrés en los pacientes con cáncer, sino que también benefician a los que padecen cáncer de otras formas. Por ejemplo, el yoga para los pacientes con cáncer, las meditaciones para los pacientes con cáncer, el masaje para los pacientes con cáncer y el qigong para los pacientes con cáncer pueden ayudar a controlar el estrés y al mismo tiempo ayudar con algunos de los otros efectos molestos que van desde la fatiga hasta el dolor crónico y el quimiocerebro.