Cómo la pérdida de peso puede ayudar a tratar la incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria es un problema para millones de estadounidenses. Si bien es más común en los ancianos, la incontinencia puede ocurrir en personas de todas las edades. Las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de sufrir incontinencia urinaria.1

¿Qué es la incontinencia urinaria?

La incontinencia urinaria se caracteriza por la incapacidad de controlar el flujo de orina. Durante un episodio de incontinencia, se expulsa una pequeña cantidad de orina (solo unas pocas gotas) o se siente una necesidad fuerte y extremadamente repentina de orinar seguida de una gran pérdida de orina. No es raro que las mujeres experimenten ambos síntomas.

La incontinencia urinaria se produce debido a problemas con los músculos y nervios que retienen o liberan la orina. El cuerpo almacena orina en la vejiga, que es un órgano con forma de globo. La vejiga se conecta a la uretra, el conducto a través del cual sale la orina del cuerpo. Durante la micción, los músculos de la pared de la vejiga se contraen, lo que hace que la orina salga de la vejiga y entre en la uretra. Al mismo tiempo, los músculos del esfínter que rodean la uretra se relajan y dejan pasar la orina. La incontinencia ocurre si los músculos de la vejiga se contraen repentinamente o los músculos del esfínter no son lo suficientemente fuertes para retener la orina.

La gravedad de la incontinencia urinaria varía mucho entre las personas. Para algunos, es un poco molesto, pero para otros, puede ser virtualmente debilitante. Algunas personas con la afección tienen tanto miedo de la vergüenza que pueden provocar sus síntomas que evitan la interacción social. Algunos pacientes sienten vergüenza de buscar tratamiento. Un estudio mostró que casi la mitad de las mujeres con incontinencia no le cuentan a sus médicos sobre sus síntomas.2 No obstante, es importante obtener ayuda. En la mayoría de los casos, la incontinencia puede tratarse y controlarse, si no curarse.

Pérdida de peso como tratamiento

El sobrepeso puede aumentar sus posibilidades de sufrir incontinencia urinaria debido al peso extra en la sección media. Cuando tiene exceso de peso en el área del abdomen, los kilos de más ejercen presión adicional sobre la vejiga. La presión adicional hace que sea más probable que su vejiga gotee.

El tipo de incontinencia que se origina por el aumento de la presión sobre la vejiga que hace que pierda orina se conoce como incontinencia de esfuerzo. Las acciones que típicamente provocan episodios de incontinencia de esfuerzo incluyen reír, estornudar, toser o arrodillarse.

La buena noticia es que perder peso a menudo puede reducir su gravedad. Varios estudios han demostrado que si pierde incluso una pequeña cantidad de peso, puede obtener algún alivio de sus síntomas. Los investigadores han descubierto que una pérdida de peso del 5% al 10% puede ayudarlo a controlar la incontinencia urinaria.

Lo que puedes hacer

El sobrepeso es solo uno de los factores de riesgo de incontinencia urinaria. La afección puede ser causada por una serie de problemas médicos, que incluyen: 1

• Diabetes

• Estreñimiento

• Daño en el nervio

• Infecciones del tracto urinario y de la vejiga.

• Herpes zóster (si afecta el nervio sacro)

• Tomando ciertos medicamentos

• Embarazo y parto

• Cirugía

Sus síntomas pueden deberse a varias razones diferentes. Es importante que discuta sus síntomas con su médico en lugar de atribuirlos únicamente al sobrepeso para que se identifiquen y / o eliminen los problemas subyacentes.

Su médico puede sugerirle que lleve un diario de la vejiga durante varios días para que pueda hacer un seguimiento de sus síntomas. Algunas preguntas típicas que le pueden pedir que responda incluyen:

• ¿Qué sucedió inmediatamente antes de que ocurriera el episodio? Por ejemplo, ¿tosió o estornudó?

• ¿Bebiste alguna bebida antes del episodio?

• ¿Era sedentario o activo antes del episodio? Si estaba activo, ¿qué estaba haciendo exactamente?

Si no hay otras causas subyacentes, perder peso puede disminuir sus episodios de IU. Los beneficios generales para la salud pueden comenzar a observarse en pacientes que pierden solo el 5% de su peso corporal actual, por lo que es posible que vea una mejora con solo perder una pequeña cantidad de peso. Controlar su peso a largo plazo puede incluso eliminar por completo los síntomas de la IU. Cuanto más peso pierda de la sección media, menos presión tendrá la vejiga.

Si la pérdida de peso no ayuda lo suficiente, existen muchas otras opciones. Los cambios en la dieta, como evitar la cafeína, pueden ayudar. Las mujeres pueden encontrar útiles los ejercicios de Kegel. La modificación del comportamiento, la biorretroalimentación, los medicamentos recetados y las inyecciones también pueden ser apropiados.4 En algunos casos, se necesita cirugía para aliviar adecuadamente los síntomas de la incontinencia de esfuerzo.