La aparición de los síntomas de la osteoartritis se describe típicamente como gradual. Los síntomas generalmente se desarrollan o empeoran con el tiempo en lugar de hacerlo de forma repentina. Pero, ¿es este siempre el caso?
Inicio típico de los síntomas
El paciente típico con osteoartritis es de mediana edad y tiene síntomas que se desarrollan con el tiempo. Las caderas y las rodillas son los sitios más comunes para que se desarrolle la osteoartritis.1 Los síntomas de la osteoartritis pueden incluir:
- Dolor articular: duele la articulación afectada por la osteoartritis. Esto se puede experimentar cuando está usando la articulación, cuando está de pie o moviéndose y poniendo peso sobre la articulación, o incluso cuando está en reposo.
- Rigidez articular: siente que es más difícil mover la articulación y parece que no quiere moverse rápido.
- Sensibilidad en las articulaciones: cuando presiona la articulación, duele.
- Rango de movimiento limitado: no puede doblar la articulación tanto como solía hacerlo.3 Es posible que no pueda enderezarla por completo o no pueda flexionarla tanto como solía hacerlo.
- Crepitación: la articulación hace crujir y chirriar con el movimiento, o puede sentirla rechinar por dentro cuando
- Derrame articular: hay hinchazón alrededor de la articulación a medida que el líquido extra se mueve hacia la zona blanda.
- Inflamación local: es roja y cálida alrededor de la articulación, especialmente en comparación con la articulación opuesta que no está afectada.
- Agrandamiento óseo y formación de osteofitos: se desarrollan protuberancias alrededor del
Inicio gradual o repentino
Si bien los síntomas de la osteoartritis generalmente se desarrollan gradualmente, es posible que los síntomas aparezcan repentinamente, lo que también se denomina aguda. Por ejemplo, los síntomas de la osteoartritis erosiva y la osteoartritis inflamatoria pueden aparecer repentinamente con dolor, sensibilidad e hinchazón presentes. Además, los síntomas de la osteoartritis pueden desarrollarse más rápidamente en una articulación que se lesionó previamente.
Es posible que no haya tenido dolor o inflamación de una articulación, pero después de pasar más tiempo de lo habitual en una actividad física o deporte que ejerce presión sobre la articulación, es posible que tenga un desarrollo repentino de síntomas.
Por ejemplo, solo en raras ocasiones ha tenido algún dolor de rodilla en una rodilla que anteriormente se sometió a una cirugía. Pero el día después de hacer una caminata larga o correr una media maratón, experimenta hinchazón, rigidez, crepitaciones, bloqueo y dolor en esa rodilla. Acudes al médico para descartar una lesión aguda pero tras un reconocimiento médico y una radiografía se diagnostica como artrosis de rodilla.
La actividad física no le hizo desarrollar osteoartritis de la noche a la mañana, se había ido desarrollando gradualmente con síntomas más leves. Pero la actividad provocó un empeoramiento de los síntomas, por lo que los notó y buscó ayuda médica.
El inicio de la osteoartritis generalmente comienza con dolor articular
El inicio gradual de la osteoartritis suele comenzar con una o unas pocas articulaciones.1 El síntoma más temprano y principal de la osteoartritis es el dolor articular que a menudo se describe como un dolor profundo en lugar de un dolor agudo. Es importante reconocer los primeros síntomas de la osteoartritis, ya sea que la aparición de esos síntomas sea repentina o gradual.