Aproximadamente la mitad de las personas que padecen la enfermedad de Parkinson experimentan congelación, una incapacidad temporal para moverse que ocurre repentinamente y sin previo aviso.1 Estos episodios son de corta duración, desde unos pocos segundos hasta varios minutos.
La congelación de Parkinson puede afectar a casi cualquier parte del cuerpo e interrumpir casi cualquier actividad, como masticar o escribir. Sin embargo, ocurre con mayor frecuencia cuando alguien camina, lo que hace que sienta como si sus pies estuvieran pegados al suelo a pesar de que la parte superior de su cuerpo todavía es móvil. Esto a veces se denomina congelación de la marcha y puede tener repercusiones que van desde una breve interrupción del paso hasta un mayor riesgo de caídas que pueden provocar fracturas de huesos y otras lesiones.
Aún no se ha determinado la causa fisiológica exacta de la congelación en el Parkinson. Lo que se sabe es que a menudo se asocia con pausas en la efectividad de la medicación, particularmente entre las personas que tienen la enfermedad en una etapa intermedia o tardía. También hay una serie de desencadenantes comunes de congelación al caminar, como cambiar de dirección, acercarse a una puerta o navegar en un área concurrida.2 Aunque la congelación de Parkinson puede tener un impacto negativo en la calidad de vida de una persona, existen formas simples y efectivas para gestionarlo.
Causas
Se desconoce la causa exacta de la congelación, pero los investigadores sospechan que tiene que ver con dificultades cognitivas y los complejos circuitos cerebrales necesarios para el movimiento. Caminar, por ejemplo, requiere múltiples conexiones entre diferentes partes del cerebro, que incluyen:
- áreas en la parte frontal del cerebro que planifican e inician el movimiento
- áreas de los ganglios basales donde se encuentran las neuronas dopaminérgicas que refinan y controlan el movimiento
- áreas en el tronco encefálico que modulan el movimiento y la vigilia
En las personas con la enfermedad de Parkinson, la conexión cerebral parece atascarse o hacer un cortocircuito en uno o más lugares. Las anomalías específicas que causan el problema pueden diferir de una persona a otra.
Desencadenantes comunes
La congelación es más común cuando una persona está ansiosa, agitada o simplemente tiene un período de inactividad.3 También puede ser común cuando la medicación dopaminérgica comienza a desaparecer.
Aunque los episodios de congelamiento pueden ocurrir en cualquier momento, ocurren con más frecuencia cuando comienza a moverse. Los episodios de congelación a menudo se desencadenan por lo siguiente:
- Caminando por las puertas
- Doblar una esquina
- Dar la vuelta
- Pasar de un tipo de superficie a otro, por ejemplo de baldosa a alfombra
- Detenerse o disminuir la velocidad al caminar
- Navegar por un lugar concurrido o desconocido2
La imprevisibilidad del congelamiento crea peligro de caída. Además, a veces los amigos o la familia intentan obligarlo a moverse, lo que puede hacer que pierda el equilibrio y se caiga.
Gestión
Si está luchando con episodios de congelación, hable con su médico. Puede ser útil llevar un diario de síntomas, anotando las horas del día o las acciones específicas que provocan la congelación. Es posible que su médico pueda ajustar sus medicamentos para ayudar a reducir los episodios.
Un fisioterapeuta capacitado en la enfermedad de Parkinson también puede ayudarlo a aprender cómo reducir el riesgo de caídas. Un terapeuta ocupacional puede ayudarlo a reducir el riesgo de caídas en su hogar.
Consejos para volver a moverse
Cuando te quedas atascado, estos trucos de la National Parkinson Foundation pueden ayudarte: 2
- Sea consciente de los factores desencadenantes de la congelación y prepare estrategias con anticipación.
- Marcha con la pierna estirada. Por ejemplo, balancee la pierna en alto y paralela al suelo con las rodillas estiradas.
- Cambie el peso de su cuerpo de una pierna a otra.
- Escuche música y siga el ritmo.
- Tararea, canta o cuenta.
- Imagina una línea para pasar o enfocarte en un objetivo en el piso para pisar.
- Utilice un dispositivo láser móvil para crear una línea frente a usted para pasar.
- Gire caminando medio círculo en lugar de girar con un pivote.
S
Muchas personas con la enfermedad de Parkinson se sienten frustradas o avergonzadas cuando se congela. Si es amigo o familiar de una persona que está experimentando un episodio de congelación, puede ayudar siendo paciente y no llamar la atención sobre los episodios de congelación. Otras cosas que puede hacer:
- Mantén la calma. No apresure ni empuje a la persona.
- Espere pacientemente durante varios segundos para ver si pasa el episodio.
- Si la persona no puede moverse, intente colocar su pie perpendicular a la persona y pedirle que lo pase por encima.
- Ayude a mecer a la persona de un lado a otro.
- Anime a la persona a que intente marchar o contar.
- Pregúntele al médico sobre fisioterapia y / o terapia ocupacional.