Las encuestas muestran que entre el 20% y el 40% de las personas con enfermedad de Parkinson (EP) sufren estreñimiento grave (menos de tres deposiciones por semana). Un mayor número de personas con EP tiene problemas gastrointestinales relacionados, como hinchazón, sensación de saciedad y náuseas.1 A medida que avanza la enfermedad, todos estos problemas gastrointestinales se vuelven más comunes. En casos raros, complicaciones graves como megacolon (agrandamiento del colon) y perforación o desgarro del colon pueden surgir de estos problemas gastrointestinales.
La conexión entre los dos puede parecer extraña en la superficie, pero la investigación arroja algo de luz sobre estas desagradables consecuencias de la enfermedad.
Una gran encuesta de personas sanas que fueron seguidas durante varios años (como parte del Programa de estudios del corazón de Honolulu) reveló que los hombres que informaron tener menos de una evacuación intestinal al día tenían un riesgo de 2 a 7 veces mayor de desarrollar EP que el de los hombres que tenía evacuaciones intestinales diarias; su riesgo era cuatro veces mayor que el de los hombres que tenían dos o más evacuaciones al día.2
Este conjunto de datos ha llevado a algunos a sugerir que el estreñimiento es una manifestación temprana del proceso de la enfermedad en sí y puede ser anterior a los síntomas motores de la EP en años. Se está investigando activamente la relación de causa y efecto entre el estreñimiento y la EP. Una teoría que sugiere un papel causal del estreñimiento en el desarrollo del Parkinson es que si el material se mueve más lentamente a través del colon, cualquier sustancia tóxica que se ingiera tiene más tiempo para ser absorbida por el sistema. Una vez absorbidas en grandes cantidades, estas sustancias tóxicas pueden dañar las células productoras de dopamina, lo que pone a una persona en mayor riesgo de contraer Parkinson. Sin embargo, en individuos que ya han sido diagnosticados con la enfermedad, la falta característica de cantidades suficientes de dopamina puede afectar directamente las funciones gastrointestinales (GI), ralentizando el tránsito de material a través del colon.
¿Qué se puede hacer con estos desagradables problemas gastrointestinales?
Desafortunadamente, los estudios de investigación sobre los problemas gastrointestinales relacionados con la EP han sido pocos y espaciados, por lo que los médicos no tienen ningún método probado y verdadero para tratarlos. Algunos de los medicamentos para tratar problemas gastrointestinales en personas sin EP no se pueden usar para quienes padecen EP porque estos medicamentos (clorhidrato de metoclopramida) impactan negativamente los sistemas de dopamina en el cerebro.
Si tiene EP y sufre estreñimiento, tiene sentido intentar usar métodos seguros y simples para abordar este problema antes de agregar nuevos medicamentos a su régimen diario. Aumentar la fibra dietética y beber mucha agua y otros líquidos es un primer paso razonable en el tratamiento. Si su médico lo aprueba, también podría considerar tomar suplementos de fibra, como psyllium o metilcelulosa. Si estos métodos simples no funcionan, su médico podría considerar darle un ablandador de heces o un