Vivir con artritis reumatoide (AR) puede significar hablar con muchos profesionales médicos. Además de las visitas con su proveedor de atención primaria y reumatólogo (un médico especializado en artritis), es posible que vea a terapeutas ocupacionales, fisioterapeutas o cirujanos ortopédicos, todos los cuales tienen diferentes roles que desempeñar en el manejo de su AR y ayudarlo a sobrellevarlo. Estas visitas a veces pueden resultar repetitivas o frustrantes, ya que se le pide que repita sus síntomas una y otra vez.
No te rindas. Hay cosas que puede hacer para que estas visitas sean más sencillas y ayudar a garantizar que usted y su médico estén en la misma página cuando se trata de sus síntomas y plan de tratamiento.
Maximice el tiempo que pasa con su equipo médico preparando algunas preguntas e información con anticipación, involucrándose tanto como pueda mientras está con ellos y haciendo un seguimiento posterior. Aquí hay 10 cosas que debe hacer antes, durante y después de hablar con su médico sobre la AR.
Antes de su cita
Hacer un poco de trabajo de preparación de antemano puede ayudarlo a aprovechar al máximo su cita. Aquí hay algunas cosas que debe hacer en los días y semanas previos a su visita.
Pídale a un amigo o familiar que lo acompañe
Tener a alguien contigo durante tu cita puede ser realmente beneficioso. No solo pueden brindarle apoyo moral o físico si lo necesita, sino que también pueden ofrecer preguntas que quizás no haya pensado en hacer o captar información que quizás se haya perdido.
Tome fotos de cualquier medicamento y suplemento que esté tomando
Es probable que su médico quiera hablar con usted sobre sus opciones de tratamiento, incluidos los medicamentos que podrían ayudarlo a controlar mejor sus síntomas. Si es así, necesitarán saber el tipo de cosas que está tomando actualmente para evitar interacciones dañinas. Esto incluye cualquier medicamento recetado que esté tomando para afecciones relacionadas o no relacionadas (por ejemplo, anticonceptivos), así como medicamentos de venta libre o suplementos nutricionales.
Una manera fácil de preparar esa información para su cita es tomar fotografías de todo lo que toma regularmente y guardar las imágenes en un solo lugar (ya sea en su teléfono, computadora o impresas y colocadas en una carpeta o sobre). Asegúrese de tomar una foto del frente de la botella o caja, así como de la parte posterior donde se enumeran los ingredientes activos e inactivos.
Investiga un poco
Si aún no lo ha hecho, lea sobre los conceptos básicos de la AR, cómo progresa y cómo se trata. Repasar algunos de los términos más comunes puede limitar la cantidad de tiempo que su médico dedica a explicar la afección en general, por lo que la conversación puede centrarse en sus experiencias específicas y su plan de tratamiento.
Puede ser útil leer un poco sobre los tratamientos emergentes para la AR, especialmente si siente que sus opciones de tratamiento actuales simplemente no son suficientes.
Escriba (o registre) las preguntas que le gustaría hacer
A veces, las citas médicas pueden ser tan rápidas que puede resultar difícil recordar todo lo que desea hablar con su médico. Tener una lista de preguntas preparada puede ayudarlo a obtener las respuestas que necesita mientras el médico está frente a usted.
Cuando prepare sus preguntas, piense en lo que le gustaría saber sobre su diagnóstico, síntomas, opciones de tratamiento y formas de afrontarlo. Por ejemplo, es posible que desee preguntar acerca de los recursos disponibles para ayudar a pagar los medicamentos o si existen grupos de apoyo o ensayos clínicos para los que podría ser un buen candidato.
Si tiene dificultades físicas para escribir cosas, la mayoría de los teléfonos le permiten grabar notas de voz. Registre las preguntas individualmente y luego reprodúzcalas una por una para su médico durante la cita.
Guía de discusión del médico sobre artritis reumatoide
Obtenga nuestra guía imprimible para su próxima cita con el médico para ayudarlo a hacer las preguntas correctas.
Envíelo a usted mismo oa un ser querido.
Prepare respuestas a posibles preguntas
No serás el único con preguntas. Es probable que su médico tenga muchas preguntas propias, que abarcan todo, desde sus síntomas hasta sus medicamentos. Pensar en lo que su médico podría querer saber con anticipación y tener las respuestas listas puede evitar que se sienta sorprendido o que olvide información importante.
Algunas preguntas que su médico podría querer hacer incluyen:
- ¿Qué síntomas estás experimentando? ¿Dónde los sientes y cuánto duran? ¿Han cambiado desde la última vez que te vieron?
- ¿Hay algo que mejore o empeore el dolor o la fatiga?
- ¿Cuándo fue la última vez que se sintió totalmente bien?
- ¿Ha notado algún patrón con brotes? Por ejemplo, ¿notas que suelen ocurrir justo después de una semana estresante en el trabajo o después de enfermarse?
- ¿Qué es lo que más te molesta en este momento? ¿Hay alguna actividad diaria que se haya vuelto más difícil?
- ¿Qué está tomando actualmente para controlar sus síntomas? ¿Está funcionando? ¿Está provocando efectos secundarios no deseados?
Mantenga estas preguntas u otras que crea que su médico podría hacerle en el fondo de su mente en los días y semanas previos a su visita a la clínica. A medida que piense en las respuestas, regístrelas para que estén frescas en su mente si su médico le pregunta sobre ellas.
Durante su cita
Cuando esté en la clínica, aproveche el tiempo que tiene con su médico compartiendo tanta información como pueda, anotando la nueva información que pueda necesitar y siendo curioso.
Cuando hable con su médico sobre la AR, no se contenga. Comparta detalles sobre lo que se siente (física y mentalmente), con qué frecuencia y dónde, así como cómo estos síntomas están afectando su capacidad para vivir su vida. También sea honesto acerca de otros aspectos de su salud, como la cantidad de ejercicio que realmente hace o los tipos de alimentos que suele comer.
Nunca se sabe qué le sorprenderá a su médico. Así que no tema proporcionar tanta información como pueda sobre su rutina y los síntomas más destacados.
Toma nota
Es posible que termine discutiendo una amplia gama de temas durante su visita, incluidas cosas que no anticipó. Escribir algunas notas rápidas durante la cita puede refrescar tu memoria sobre lo que hablaste cuando llegues a casa. Esto puede ser especialmente importante cuando se analizan nuevos medicamentos o recomendaciones de terapia.
Si trajiste a un amigo o familiar, pídele que escriba las cosas para que puedas concentrarte en la conversación en el momento y poder mirar hacia atrás en los detalles clave más adelante.
Haga preguntas de seguimiento
El tiempo que tiene con su médico es limitado. Es posible que no sepa cuándo los volverá a ver, así que tenga curiosidad y hable si algo no está claro. Por ejemplo, si su médico dice algo que no comprende completamente, pídale que se lo explique con más detalle o de otra manera. Si mencionan algo de pasada que despierta su interés, solicite más información o recomendaciones sobre dónde puede obtener más información.
Después de su cita
Cuando llegue a casa, cumpla con lo que habló con su médico para asegurarse de aprovechar al máximo lo que aprendió en la cita.
Programar citas de seguimiento o derivación
Si usted y su médico hablaron sobre volver a reunirse o ver a un proveedor de atención médica diferente, como un fisioterapeuta, psiquiatra o cirujano, póngase a trabajar para programar esas citas tan pronto como pueda.
Esto es especialmente cierto si no está claro qué proveedores estarán cubiertos por su plan de seguro o (si no tiene seguro médico) a dónde puede ir para obtener ayuda si no puede pagar de su bolsillo. Navegar por ese proceso puede llevar tiempo. Si se pospone demasiado tiempo, puede provocar un retraso en el tratamiento o facturas médicas inesperadas.
Esto puede resultar intimidante, especialmente si se encuentra en medio de un brote. Hágalo más manejable tomando las cosas paso a paso. Por ejemplo, el primer paso podría ser buscar en línea (o en el portal de su seguro médico) proveedores o clínicas locales que brinden atención a personas con recursos económicos limitados. Una vez que tenga una idea de dónde podría ir, comience a llamar para ver si esos sitios aceptan nuevos pacientes y qué podrían necesitar (por ejemplo, un formulario de referencia) para programar una cita, etc.
Si tienes un amigo o familiar en quien confías para que te ayude, pídele que te ayude a realizar búsquedas en Internet, hacer llamadas telefónicas, programar citas, completar trámites u organizar viajes de ida y vuelta a las citas.
Mantenga un registro de cualquier cambio
Es posible que usted y su médico quieran cambiar su plan de tratamiento haciendo cosas como intercambiar medicamentos o agregar sesiones de terapia ocupacional. Si es así, tome nota de las diferencias que observe como resultado de los cambios.
Por ejemplo, si decide comenzar con un nuevo medicamento, preste atención a cómo le afecta el medicamento. ¿Parece ayudar con sus síntomas? ¿Hay efectos secundarios? Si algo no se siente bien o está preocupado por la forma en que su cuerpo está respondiendo al medicamento, llame al consultorio de su médico de inmediato.
Del mismo modo, si habla sobre comenzar la terapia física u ocupacional, anote cómo se siente después de las sesiones y si ve una diferencia en su movilidad o capacidad para realizar tareas a lo largo del tiempo. La próxima vez que vea a su médico, lleve el registro con usted para que pueda hablar sobre él y usarlo para evaluar si desea mantener el rumbo con las sesiones o cambiar de dirección nuevamente.
Una palabra de Verywell
Los médicos y los profesionales de la salud aliados son sus socios para ayudarlo a controlar y hacer frente a la AR. Eres un equipo y deberías sentirte bien con quién está en él. Si constantemente abandona una cita sintiéndose frustrado, resignado o despedido, podría ser el momento de investigar si hay otros médicos en el área que podrían ser más adecuados.