Los accidentes cerebrovasculares pueden ocurrir de diferentes maneras y afectar diferentes áreas del cerebro. La extensión del daño varía según la parte del cerebro que esté lesionada.
El tipo más común de accidente cerebrovascular es un accidente cerebrovascular isquémico, causado cuando un coágulo de sangre viaja al cerebro, interrumpiendo el flujo sanguíneo y privando al cerebro de oxígeno. Los accidentes cerebrovasculares hemorrágicos, que representan aproximadamente el 13% de los accidentes cerebrovasculares, ocurren cuando un vaso sanguíneo se rompe, lo que provoca una hemorragia en el cerebro.
Después de un accidente cerebrovascular, muchos pacientes se someten a terapia física, ocupacional y del habla para restaurar la función. En general, cuanto antes se reconozca y trate un accidente cerebrovascular, mejor será el pronóstico.