La isquemia cerebral, también conocida como isquemia cerebral o isquemia cerebrovascular, ocurre cuando hay una cantidad insuficiente de flujo sanguíneo al cerebro. El oxígeno y los nutrientes vitales se transportan en la sangre a través de las arterias, los vasos sanguíneos que transportan oxígeno y sangre rica en nutrientes a todas las partes del cuerpo.
Las arterias que suministran sangre al cerebro siguen una determinada vía que garantiza que cada región del cerebro reciba el suministro adecuado de sangre de una o más arterias. Cuando una arteria del cerebro se bloquea o sangra, esto conduce a un menor suministro de oxígeno a la región del cerebro que depende de esa arteria en particular.
Incluso un déficit temporal en el suministro de oxígeno puede afectar la función de la región del cerebro privada de oxígeno. De hecho, si las células cerebrales se ven privadas de oxígeno durante más de unos pocos minutos, pueden producirse daños graves que pueden provocar la muerte del tejido cerebral. Este tipo de muerte del tejido cerebral también se conoce como infarto cerebral o accidente cerebrovascular isquémico.
Síntomas de isquemia cerebral
Los síntomas de la isquemia cerebral pueden variar de leves a graves. Pueden durar desde unos segundos hasta unos minutos. Si la isquemia es breve y se resuelve antes de que pueda ocurrir un daño permanente (infarto), entonces el evento a menudo se denomina ataque isquémico transitorio (AIT).
Si el cerebro se daña como resultado de la isquemia, los síntomas pueden volverse permanentes. Los síntomas de la isquemia cerebral incluyen los siguientes: 1
- Debilidad corporal en uno o ambos lados del cuerpo.
- Pérdida de sensibilidad en uno o ambos lados del cuerpo.
- Confusión o desorientación
- Cambios en la visión de uno o ambos ojos.
- Mareos, vértigo
- Visión doble
- Habla arrastrada
- Pérdida del conocimiento o disminución del conocimiento
- Equilibrar los problemas y los problemas con la coordinación.
Tipos
La isquemia cerebral se puede clasificar en varios tipos diferentes. Estos incluyen: 2
- Trombótica: este tipo de isquemia es causada por la obstrucción de un vaso sanguíneo, generalmente debido a un coágulo de sangre o un espasmo repentino de una arteria.
- Embólica: este tipo de isquemia generalmente es causada por un coágulo de sangre que puede haberse formado en el corazón o una arteria que luego viaja a otra arteria (a menudo más pequeña), causando un bloqueo en la arteria de destino.
- Hipoperfusión: este tipo es causado por una falta general de suministro de sangre. Un ataque cardíaco, una pérdida de sangre grave por un traumatismo o una cirugía pueden provocar una disminución del flujo sanguíneo general al cerebro.
La isquemia puede afectar una pequeña región del cerebro, o puede afectar una gran región o incluso todo el cerebro:
- La isquemia focal se limita a un área específica del cerebro. Por lo general, ocurre cuando un coágulo de sangre ha bloqueado una arteria del cerebro. La isquemia focal puede ser el resultado de un trombo o una embolia.
- La isquemia global afecta un área más amplia del cerebro y generalmente ocurre cuando el suministro de sangre al cerebro se ha reducido drásticamente o se detiene. Esto suele ser causado por un paro cardíaco.
Causas y factores de riesgo
La isquemia cerebral está relacionada con muchas enfermedades o irregularidades diferentes. Pueden incluir lo siguiente: 2
- Anemia de células falciformes u otras enfermedades de la sangre
- Vasos sanguíneos malformados
- Acumulación de placa arterial
- Defectos cardíacos congénitos
- Cardiopatía
- Coágulos de sangre
- Latido del corazón irregular
- Presión arterial baja
- Infarto de miocardio
- Taquicardia ventricular
Los factores de riesgo de accidente cerebrovascular isquémico incluyen:
- Alta presión sanguínea
- Fumar tabaco
- Obesidad
- Colesterol alto
- Diabetes
- AIT previo
- Fibrilación auricular
La enfermedad cerebrovascular silenciosa es una afección común que afecta a los adultos mayores y está asociada con el riesgo de isquemia cerebral, a menudo denominada "accidentes cerebrovasculares silenciosos".
Dado que los accidentes cerebrovasculares silenciosos no producen síntomas de accidente cerebrovascular clínicamente reconocidos, la American Heart Association y la American Stroke Association publicaron conjuntamente pautas para guiar a los médicos en el uso de pruebas de imagen para evaluar el riesgo de enfermedad cerebrovascular silenciosa.
Prevención y tratamiento
La isquemia cerebral se puede prevenir. El tratamiento de la isquemia cerebral incluye varios medicamentos que se utilizan para el tratamiento y la prevención del accidente cerebrovascular isquémico.
La prevención de la isquemia cerebral incluye medicamentos que pueden ayudarlo a alcanzar su presión arterial ideal, así como medicamentos para reducir los niveles de colesterol y grasa en la sangre. La modificación de la dieta también puede ayudar a alcanzar niveles ideales de colesterol.
El tratamiento para la isquemia repentina incluye la medicación intravenosa alteplasa (tPA). Cuando se administra dentro de las tres horas posteriores al diagnóstico, se ha demostrado que este tratamiento de emergencia mejora el resultado médico después de un accidente cerebrovascular. A veces, el tPA se puede administrar hasta 4.5 horas después del inicio de los síntomas del accidente cerebrovascular.
Este medicamento restaura el flujo sanguíneo al disolver el coágulo de sangre que causó el accidente cerebrovascular. También existen procedimientos endovasculares de emergencia en los que el médico puede tratar directamente el vaso sanguíneo bloqueado.
A veces, después de un accidente cerebrovascular, los sobrevivientes tienen un mayor riesgo de desarrollar convulsiones posteriores al accidente cerebrovascular. Los medicamentos anticonvulsivos pueden ayudar a prevenir algunas convulsiones posteriores al accidente cerebrovascular y también pueden controlar las convulsiones posteriores al accidente cerebrovascular si se desarrollan.